UMBRA

jueves, 8 de abril de 2010


Oh, dueña de mis días,

Reina de mis noches,

Que agitas mi carne fría

Y desnudas mis blancos huesos

Sin que yo lo perciba,

Dejando mi triste cuerpo

Cambiar muerte por vida.

De nuevo volvía a soñar con ella. Con Umbra. Con Sombra. Sombra de mi vida, de mi cuerpo, de mi alma. Sin llamar, cruzó el quicio de la puerta de mi habitación y con un dedo sobre sus finos labios me miró con complicidad, mostrándome un paquete sobre su blanca mano.

Con cuidado de no tocar ninguno de los cables que contra mi voluntad conducían alimento hasta mis venas, se sentó sobre las mustias sábanas de hospital que cubrían mi cuerpo y, en un movimiento de mago experto, descubrió el paquete que reposaba sobre su mano de difunta. Era una tarta con cuatro velas. Con una sonrisa descarnada, me miró y susurró:

-Sabes qué día es hoy, querida? –Ante mi silencio (en mis sueños jamás podía hablarla, pero ella pasaba siempre este hecho por alto), continuó: hoy hace cuatro años que nos encontramos y que te mostré el camino a seguir. –Mirando a su alrededor, a las cuatro tristes paredes que me encerraban, me acarició con su voz de cristales: -no lograrán separarnos, cariño. Tú eres toda mía. Tú me seguirás a mí.

Se inclinó sobre mí, de modo que podía sentir su frío aliento rebotar en mi frente; y con sus brazos blancos, finísimos, hechos de la misma ceniza que la propia muerte, Umbra aproximó la tarta a mi rostro mientras decía:

-Sopla. Por muchos años más. Pero recuerda, no puedes comerla. Sólo soplar. Por nosotras. Después…fuera el pastel.

Miré sus ojos hundidos y brillantes, único signo de vida en su rostro fantasmal y vacío. Después, los míos descendieron hacia la tarta que flotaba ante mí, con sus cuatro velas ardientes. Y, haciendo acopio de mis pocas fuerzas, soplé.




2 hojas secas:

El Perro dijo...

Está bien, he leido algunos otros que has publicado y me han gustado mucho más.
De este, lo que más me ha gustado, los adjetivos, la frase:
"con sus brazos blancos, finísimos, hechos de la misma ceniza que la propia muerte, Umbra aproximó la tarta a mi rostro mientras decía:"

Me encanta.

Y sobre la foto, simplemente, perfecta.

Un saludo.

Rak and roll dijo...

¡Muchas gracias! Me gusta saber la opinión de la gente, siempre es muy útil. Un abrazo.

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