ARMONÍA EN EL PULSO

jueves, 16 de junio de 2011
Notas palpitantes. Silencios que susurran las incoherencias más ciertas que jamás he oido entre los sonoros lamentos de los instrumentos. Dotar de existencia a los pliegues del alma a través del sonido, llenar nuestros pulmones con él... ¿qué hay más hermoso? ¿Cómo explicar las puntadas sonoras que atraviesan nuestros oidos hasta inundar nuestros ojos? ¿Cómo definir un recuerdo que siempre nos aparece colgando de una misma melodía, una y otra vez? ¿Qué hay dentro, que se inflama y nos anega el cuerpo de un ligero, delicadísimo y único escalofrío?

¿Qué...?
            ¿Cómo...?
                           ¿Por qué...?
                                             ¿Acaso no convierte eso la vida en un regalo maravilloso? ¿En una suerte de interrogante que de vez en cuando nos pellizca y nos hace dar gracias, aunque no sepamos a quién?